
Con una paleta de color muy empastada del rosa más sutil, al casi granate, Eva Soto Conde nos mezcla los volúmenes y el vanguardismo con la más pura sensibilidad de los vestidos de noche.
Piezas al más puro estilo de la técnica del origami realizadas en algodón y lino tratado para llegar al resultado final de ese "cartón visual"
Estética dulce e inocente con un trabajo arquitectónico.
Fotografía: Juan Carlos Pajares
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